6 TIPS PARA SER UN BUEN INQUILINO
Cuidar la casa como
si fueras el dueño
Un hogar se forma cuando las
conexiones sentimentales nos unen a la vivienda. Por ello es muy recomendable tener
en cuenta que al rentar un inmueble aunque no seas el propietario le tengas el mismo
cariño que le tendrías a la tuya, evitando causar daños y desperfectos que se hayan
provocado por descuidos, ya que al finalizar el arrendamiento se podría
convertir en un depósito perdido.
Mensualidades
atrasadas de la renta
Lo más recomendable cuando
llegue final de mes es tener preparado el pago de la renta, siempre con
antelación administrar lo correspondiente al arrendamiento, ya que al no
hacerlo se obtendrán penalizaciones que por atrasos implican un mayor gasto.
Avisar que se contempla realizar
reparaciones.
Si el inmueble requiere de alguna
modificación o transformación es de suma importancia comunicárselo al
propietario, antes de realízalo, recuerda que no es propiamente tu casa y que
se necesita de la autorización para poder llevar a cabo los cambios.
Pagar las averías que han
ocasionado
Los daños producidos
durante el arrendamiento son responsabilidad del Arrendatario por el uso que se
le da al inmueble y es conveniente hacerse cargo de ellos, por lo que el
Propietario no podrá cubrirlos.
Pagar los servicios
Las mensualidades de la
renta generalmente son independientes a los suministros que permiten contar con
las comodidades de una vivienda como lo son el agua, la luz eléctrica, el agua,
etc., mismos que deben pagarse de acuerdo a su consumo evitando quedarse sin el
servicio de alguno de ellos.
Mantener una buena
relación con el propietario.
Mantener una mala relación
con el Arrendador puede convertirse en una tortura, ya que probablemente nunca
se encuentre un buen momento para llamarlo por teléfono y las conversaciones se
puedan convertir en discusiones en el peor de los escenarios. Recordemos que la
cordialidad es esencial, que sin el respeto mutuo no vamos
a ningún lado y que hablando se entiende la gente.